11/18/2009

extracto de Margaret Jones, de Jonas Erkel

sólo mienten, y mienten, y mienten. mentiste de que naciste y empezaste a decirme que todo el mundo iría al infierno, y que dificilmente tendría un corazón completo, determinado, lleno de algo más que estar solo.
mientes, y mientes, y mientes, y lo hacías para matar, matar, matar.
mentir, y mentir otra vez, y cuando iba a la cama, líquido, me mandabas a tomar otra nueva, y otra nueva, y creías que estaba muerta mientras me dejaba llevar, pensabas que entre tanto chocolate en mi cara, y los desvaríos, y el deslizarse por la comisura, pensabas que así nunca me daría cuenta, ni siquiera yo misma, que me estabas mandando al infierno, ni siquiera yo.

y mentías, cuando te levantabas, vete a la mierda, púdrete en ella, llénate de los gusanos que te saldrán, te los comerás sin masticar, sin pronunciar palabra, ni los retirarás con tu sucia lengua de muerto, ni los apartarás, ni pretenderás asustarlos con la vista. creías que merecías vivir, que merecías seguir viviendo, y no tenías idea de cómo secaste mi piel, de cómo un año no es ser un niño ni tener más años es dejar de serlo, nunca intentaste salvarte, y mentías, volvías a mentir, y mentir, todo mierda de mentiras, poniendo el nombre que más te convenía, y no eres mierda, no eres tus años, estás con la barriga hinchada, sé que nunca te hubieras dado cuenta, que nunca hubieras reconocido nada, hubieras preferido llorar, arrepentirte durante dos minutos, durante toda tu vida, y mentir, y seguir mintiendo, prefieres decir que lo sientes, derrumbarte, decir que eres un mierda, y no cómo justificas toda esa basura, te casarás, le mentirás, le dirás que te quiera en el infierno, y me gustaría estar allí, verte en ese infierno, triste y rosado, débil y concreto, verte sin corazón, todo barriga, todo boca, todo pelo creciendo, uñas creciendo, me gustaría ver la aureola de fuego que exclamaría, alrededor de tu cuello, creerías que estás al fin en el infierno y verías que allí están todos. todos los que estuvieron contigo, y el sótano más oscuro sólo será una romántica ilusión, basada en ti, en los demás, en tu final, en tu principio.