2/21/2010





realmente quién es el capullo?

los anuncios a lo lata de sardinas, y el aceite en las manos como acuarelas otra vez

la gran tumba es el edificio?

abriendo la verja con el barro de un agujero.
metiéndose debajo de la sábana en forma de feto como empinados.
colgando


los pibes mojados como niños mula

pero con salsa barbacoa de deja ya, comparte algo. collares de cruz y túneles para ir más rápido.

2/10/2010

el último chutado hiéndose encima de la vaca
la tele con su motor dentro, como escaleras de escaleras de edificios con pintas y manchas sin sitio y por todas partes.
lame como un perro las paredes
tira las piedras a los michelins

john williams, dimitrin tiomkin bandas sonoras

caminando como marcha atrás nada más dejar la guagua en la parada, en las redes de la portería machacadas por el viento y las cruces y las líneas y mirar de montaña.

2/06/2010

saik

como chiquillajes en las fotos de colegio.

más o menos todos que reunión familiar en el sillón y casi todos haciéndose los que se bien de verse,
y plumas. bastantes plumas fuera



poniéndose a mover con pantalón rojo, con el pelo corto hablando con la voz fuerte


metiéndole las manos por la barriga como sacando gilipolleces

pasándoselas las ballonetas como paños sucios por la boca

pezones de cuajo volando y sacándolos por la ventana,

sólo una vez y el tío viéndose desde arriba como a vista de pajaro,



hasta la habitación del tío estudiando, con tinta abriendo la lata, pasándosela por la cabeza rapada,

es de día y con las nubes

subiendo algo, como un ascensor pero parece algo pintado, desde lejos y edificios

clavando arpones a la gente

2/03/2010

en la terraza de la casa como obertura.
mirando las plantas, poniéndose al lado de ellas aunque tenga treinta años y la barriga y la camisa están a la misma vez suelta, como envoltorios estrujados y tirados en el suelo.




lucha por protegerte y ser libre y no sufrir por nadie.
algo así cogiendo las antenas parabólicas sin que le importe, en los pantanos de hojas que flotan hasta la noche

el atardecer rojo, caminando por las ventanas, abriendo un melón y también un snicker intentando calentarlo, que se funda por el pelo, pareciendo mucho más electrificado y que se llame dani, que esté caliente de verdad.

revivir algo, en las tumbonas como aire, entrando al bar con tíos con tarjetas y puños cerrados.