3/15/2010

todo el mundo rubio teñido como las piedras de la playa cambiando a conchas de cangrejo.
noventa y un años blancos pomadas naranjas con la crema

cortar cabezas con espadas y verguenza de ir a comprar leche

un cartel entre viento que sin embargo pone abogados, de lo rápido en el cruce


las luces de la calle por la boca, como si pudiera cogerse a los coros de niñatos lejanos

delante de dentadura

el cloro
por cuerdas unidas de cinturones.

bastantes locales seguidos

los discos de oro por dentro, de vender un millón y hiendo sin pagar sin amargarse

metiéndolos en havión de ejército.



al entierro con antifaz


lo que los novios piensan de las novias y al revés,


sentados en el suelo