la madre tiene una peluquería arriba, no tiene.... es en su casa, tiene clientas, y van, van una al día más o menos, a veces tres o cuatro, pero en general no muchas, antes sí tenía una peluquería normal, en la calle al paseo y esas mierdas. el caso es que le pone la salsa de flanes por encima del pelo. se lo pone por encima a alguna de las clientas. tampoco hay muchas. él se entretiene más bien mirándolas, también enseñándoles a veces la calle, encendiéndola, pero nada. viéndose los colores saliendo de los póster, vibrando, y de cada color de la pared que no sea blanco.

le toca en el portero, a las ocho o así, bastante pronto, tiene puesta la mierda de chaqueta de cuero y está dentro del puto carro de compras, la tira deslizándose por la carretera, algunos coches intentando atropellar, algunas olas despegándose, algunos putos veranos. luego entra en el supermercado, cogiendo par de galletas de sal o de azúcar.

en la calle más llena de gente, así de asqueroso. le dice que qué coño pasa, haciendo rayones y rayas al volante del coche. a la piel de volante.

la montaña que está al final a veces se puede ver, aunque sea falso igual, es una voz de la puta montaña, a eso es a lo que me refiero, todo el mundo en ala delta y sin tener puta idea de cómo está explotando el corazón o dejando de explotar, hay un huevo de cosas por ahí. un huevo de dinosaurios por ahí siendo como nosotros, siendo nosotros.