2/24/2009




los ojos marrón luminoso y los labios marrones sólo.
si tu barco no puede llegar muy lejos es que puede flotar, cuando se hunde está lleno de en los sótanos y por las velas, putos barcos llenos de meteoritos.


fuera del mundo no hay nada. las rocas puedo entenderlas mientras calienten el fuego de los culos. sólo mientras. así somos todos,

amorosos espaciales.

dentro de los brazos no caben muchas cosas, ni los edificios,

siempre se ha tenido que pagar por las hamacas de la playa, pero su piel es muy extraña, al menos la de las nuevas.

la piba esta se pone en las hamacas azules, en una fila que hay, pero está vestida, parece como... como haciendo la coña de que después, de que no se tirará al agua, que no vino con ropa ni nada de eso. mirando cosas en el bolso, con el cuello y el pelo por detrás. como haciéndose durante un momento muerta.
la piel de la hamaca le da el sol
algunas palmerillas enanas por ahí,



cuando están follando la polla sale como mierda, como mierda en batido y luego cayendo para abajo como osos de panda, como el suelo imaginario.
todo el tiempo, quiere follarla por el cuello, por las venas del cuello como con bufanda en plumas,

la tira por la ventana, el cuerpo de ella por el cielo entre azul y ... el sol no está demasiado fuerte, o está en otra parte del cielo. la va tirando y cayendo para abajo, como un buen pastuño marrón. besando entre mierda un poco marrón y como la leche líquida, la falda se mueve como los flecos del sillón por el ventilador, y par de pibes dándole con tenedores y el final de cables, dándoles como patadas a la cabeza en plan saliendo corriendo las cabezas contra la pared.
sin embargo él es mucho más alto que ella, tiene unas botas o algo así, parece que pesan cuando se mueve, hasta que le pisa la cabeza como para que le salga vómito blanco también y los moretones por la cara como si le hubieran dado una paliza o la boca epiléptica, como si pudiera volar como las libélulas.
cogiéndola por la mano como una señora


metiéndole el micrófono por la boca a la embarazada, metiéndoselo hasta el fondo de que no puede hablar mucho. y hasta atrás, chocándose con el decorado, como en un programa de la tele, al mediodía más o menos.